En nuestros días hablar del dióxido de carbono (CO2) es hablar del cambio climático y del efecto invernadero con todos los problemas  ambientales, sociales y económicos que trae consigo el detrimento de la salud de nuestro planeta. Hoy quiero enseñaros qué se está haciendo para reducir las emisiones a la atmósfera de CO2 y como en muchos ámbitos ha pasado a ser un recurso más que un problema.

El CO2 es un gas inodoro, incoloro y no inflamable, soluble en agua a presión constante y no tóxico que se puede obtener mediante procesos biológicos, químicos  e industriales. En algunos casos las emisiones de dióxido de carbono son esenciales para la vida, como ocurre en los procesos biológicos  (el ciclo del carbono permite el intercambio de CO2 entre los seres vivos y la atmósfera mediante la respiración así como la trasferencia entre la atmósfera y la litosfera o para que me entendáis los océanos y el suelo) mientras que otros (quema de madera, procesos industriales, etc) contribuyen a una elevada concentración de este gas en la atmósfera (se estima que desde 1750 el aumento de CO2 en la atmósfera es del 30%) convirtiéndolo en una de las principales causas del cambio climático relacionado con el efecto invernadero.

Para evitar el exceso de CO2 en la atmósfera hay que impedir que llegue a la misma, para lo cual existen varias alternativas:

✅ Capturarlo en las fuentes de emisión y almacenarlo en lugares seguros

✅ Mejorar la eficiencia energética

✅ Encontrar fuentes alternativas de energía que no produzcan CO2

✅ Buscar nuevas formas de uso y ampliar sus aplicaciones actuales

🌍 CAPTURA Y ALMACENAMIENTO DEL CO2  🌍

Hasta hace unos años, la idea de capturar CO2 contaminante en los grandes focos de producción (como una central térmica) transportarlo y almacenarlo para darle usos útiles en nuestra vida cotidiana parecía más una historia de ciencia ficción que algo real. 

A día de hoy, los procesos de captura del CO2 consisten en "atrapar" el dióxido de carbono en las corrientes gaseosas emitidas durante la producción de electricidad en las centrales térmicas (procesos industriales o procesado de combustibles) acondicionarlo para su almacenamiento, transportarlo y almacenarlo. Una pequeña parte se almacenará de forma temporal para utilizarlo en diferentes industrias y el resto se almacenará bajo tierra de forma permanente.  

Intentar explicaros en este post lo que ocurre con el CO2 que se almacena en el interior de la tierra y que nos permite obtener petróleo y metano no es fácil ni rápido y tampoco quiero complicaros con tecnicismos. Si queréis saber más tengo todo un informe al respecto (que yo misma elaboré para mi trabajo) y puedo pasároslo por email, pero como lo dudo, me voy a centrar en los usos más comunes y que quizás conozcáis y otros que puede que os sorprendan.

🍃  USOS ACTUALES DEL CO2  🍃

🌿  ¿SABIAS QUE...?  🌿

✅ En España tenemos una planta piloto de captura de CO2 en La Pereda (Asturias) situada en la Central Térmica de HUNOSA donde lleva acabo varios proyectos y cuya eficacia hasta la fecha ha sido del 90%  operando más 1000 horas de manera estable.

Créditos de la imagen y copyright: Altex - alta tecnología extractiva

✅ Audi terminó en 2013 su planta para producir e-gas en Wertle (Alemania) cuya finalidad es producir metano a partir de agua y CO2 utilizando energía eólica y solar. La planta utiliza la tecnología desarrollada por SolarFuel que permite aprovechar la energía renovable del país que no se puede almacenar para generar metano que luego será el combustible de los coches. Los clientes de Audi pueden repostar e-gas con una tarjeta especial en las estaciones de servicio de CNG. A día de hoy está disponible el Audi A3 Sportback g-tron con 110CV de potencia y el Audi A4 Avant g-tron de 170CV. Actualmente Audi trabaja en la producción de e-etanol.

Audi A4 Avant g-tron para saber más: Audi

Sé que ha sido una entrada larga, y no imagináis la de cosas que no os cuento para que no sea eterna, pero me apetecía contaros que aunque el cambio climático es una realidad y no se pueden cambiar las cosas que se han hecho mal en dos días, hay quienes llevan mucho tiempo trabajando duro para poner su granito de arena y frenar esas emisiones de CO2 que tanto daño nos están haciendo a todos. También es cierto que hay países que no colaboran o lo hacen en menor medida de lo que deberían, pero por hoy me quedo con lo positivo.

Desde que comencé a adentrarme en el mundo de la cosmética natural, sentí fascinación por los aceites, no sólo los aceites esenciales (que me permiten entre otras cosas hacer unos jabones caseros que se están haciendo muy populares entre mis amigas) sino también por los aceites vegetales que tienen mil usos. Mascarillas capilares, faciales, para mejorar el aspecto de cicatrices o estrías, calmar pieles sensibles, nutrir la piel más seca, regular el sebo... las posibilidades son muchas y para eso sólo hay que utilizar el aceite más adecuado a nuestras necesidades.

La gran mayoría de los aceites de la cosmética convencional son una mezcla de químicos, parafina y aceites minerales (subproducto de la destilación del petróleo) con una cierta cantidad del aceite vegetal buscado, es decir, no son aceites puros. Cuando compréis aceite, mirar siempre en el etiquetado que este sea de primera prensión en frío porque es el más puro y el que más y en mayor proporción conserva las propiedades del fruto o de la semilla de la planta en cuestión. Con las segundas y sucesivas prensiones se extrae aceite de cada vez menos calidad y por último se pasa a los procesos con adicción de calor y en muchos casos a refinados (y ojo! en el refino de los aceites se utiliza sosa caustica) así que realmente pocas propiedades beneficiosas vais a ver ya en ese líquido que se hace llamar aceite. 

El aceite que os enseño hoy es de semilla de uva, que tiene un alto contenido en ácido linoleico (el mayor en todos los aceites vegetales, que ayuda en la regeneración cutánea) así como de de ácido graso oleico (perfecto para nutrir y regenerar la piel desde las capas más profundas ya que tiene un alto poder de penetración), proantocianidinas (también conocidas como "taninos condensados" son potentes antioxidantes, tanto que son 20 veces más eficaces que la vitamina C y 50 veces más eficaces que la vitamina E), vitamina E y resveratrol (un increíble antioxidante al que llaman la "molécula de la juventud" y de la que se está estudiando una serie de posibles usos que me tienen más que entusiasmada).

Aceite de semilla de uva de la región de Altai de Estvita

El aceite de semilla de uva que veis en la foto es 100% virgen extra y procede de la región de Altai (Siberia) que para mi sorpresa y quizás la vuestra es famosa por tener unos estupendos viñedos a pesar del frío de la zona (-40ºC). Estos viñedos están libres de cualquier sustancia tóxica y por lo tanto son ecológicos. 

Buscando la zona he visto que es preciosa, y que se dedica mayoritariamente a la agricultura. Os dejo un artículo del The Siberian Times para que podáis leer como se las ingenian para proteger los viñedos de las temperaturas extremas así como elaborar unos vinos que ya están dando que hablar por su buena calidad.

Viñedos de Altai (Siberia); Créditos y Copyright: Vladimir Vagner

Pero, ¿realmente que pueden hacer por nosotros las semillas de uva?

Innumerables veces he escuchado que es bueno tomar un vasito pequeño de vino tinto para el corazón. Realmente no es el vino tinto lo que es bueno, sino la uva como tal. La razón es que está cargada de flavonoides que inhiben la oxidación del colesterol LDL o más cariñosamente conocido como "colesterol malo", mejoran la protección de los vasos sanguíneos y disminuyen la demanda de sangre al corazón con lo que baja la presión sanguínea, en líneas generales a nuestro corazón le sienta bien.

También está más que probado su efecto antiinflamatorio y antibacteriano en procesos como la artritis, gastritis, sinusitis, infecciones urinarias o dermatitis. En el caso de las infecciones del aparato urinario, es debido a la alta concentración de proantocianidinas en las pepitas de las uvas que tienen la cualidad de impedir la adhesión de las bacterias a las mucosas de las vías urinarias con lo que es fácil prevenir infecciones de orina tomando semillas de uva o arándanos que también tiene una buena dosis de estos polímeros.  En el caso de procesos inflamatorios es el resveratrol el encargado de reducir y controlar la inflamación.


Aquí hago un inciso: hay varios estudios en marcha que relacionan el resveratrol con la posibilidad de inhibir la transformación de una célula normal en una que desarrolle cáncer.En principio, hablamos de células cancerígenas en los senos y la próstata pero como siempre que se trata este tema que me toca especialmente, soy precavida porque aún no está clara la dosis necesaria ni el alcance real del tratamiento Os dejo el enlace de un artículo publicado el 4 de Enero de este año, donde podéis leer información muy reciente sobre los avances que se han conseguido:

• El resveratrol complementa el tratamiento contra el cáncer de mama 

En este otro enlace podéis encontrar muchos artículos científicos sobre el resveratrol como antiinflamatorio, como antioxidante...

• Antiproliferative effect of Resveratrol and Oxaliplatin on colon cancer cells  

Probablemente el uso más conocido de las semillas de uva sea en la cosmética. Numerosas marcas tienen patentadas formulas propias donde el aceite de semilla de uva es el ingrediente principal, ya que por todos los beneficios de sus componentes es ideal para:

• suavizar y calmar la piel 
• regular la absorción y perdida de agua de la epidermis 
• nutrir las pieles más secas aportando el ácido linoleico que les falta
• combatir el acné y la dermatitis o mejorar eccemas
• reducir estrías y arrugas
• fortalecer el cabello 

En casa la usamos para el rostro (sólo un par de gotas es suficiente), para el cabello, para preparar mascarillas o para aplicar en zonas puntuales sobre el cuerpo, por eso compro el formato más grande que he encontrado que es de 100ml.

Así que ya lo sabéis, la próxima vez que os comáis unas cuantas uvas (tenéis registradas sólo en España 235 variedades), nada de pelarlas (en el caso de ser uva tinta o rosada) y por lo que más queráis: ¡No escupáis las pepitas! 😉

Hoy quiero hablaros de una crema facial muy curiosa que compré por casualidad sin tener muy claro lo que realmente compraba.

Me llamó la atención que no tiene perfume, colorantes ni conservantes que puedan irritar la piel, sobre todo para quienes tenemos alergias o la piel extremadamente sensible.

Como sabéis muchas fragancias contienen alérgenos (incluso algunas naturales) y no siempre se especifica toda la composición del perfume como para poder buscar en la lista lo que puede darnos un disgusto, así que para los momentos en los que tengo la piel más sensible me resulta imprescindible tener una crema sin fragancia y ésta en particular me pareció una buena opción por su textura y composición.

Fluido facial sin perfume de Lavera Neutral

Entre sus ingredientes destacan el aceite de onagra y el aceite de espino amarillo orgánico que contiene una alta concentración de vitaminas A y E (antioxidantes que sirven para combatir los radicales libres) así como ácidos grasos insaturados (como el ácido linoleico) que en conjunto sirven para calmar la irritación de la piel, mejorar eccemas, acné o heriditas leves en la piel, ayudar a retener la humedad, y mejorar la elasticidad.
También contiene aceite de oliva,  aceite de jojoba, musgo irlandés (refresca, hidrata y calma la piel). manteca de karité y manteca de Illipe (o Shorea) que es considerada una manteca exótica que se parece bastante a la manteca de cacao que mejora la elasticidad y flexibilidad de la piel.

Como podéis comprobar un cóctel destinado a cuidar y mimar la piel más sensible y también darle un extra para fortalecerla frente a agresiones externas como el frío, el viento, la contaminación o el sol.

Quizás os preguntéis desde el comienzo del post, la razón por la que esta crema me parece peculiar. Bueno, en principio es un fluido ligero que se absorbe con rapidez sin dejar sensación de grasa o pesadez en la piel y tampoco siento que necesite más crema en muchas horas (alguna he tenido que tenía que volver a aplicar algo de producto después de 2 o 3 horas porque notaba sequedad y tirantez) pero (siempre hay un pero o casi siempre) si por cualquier razón a las 3 o 4 horas te lavas la cara, notas con sorpresa que la crema está ahí.
No sé si os lo explico bien, pero es como si la crema no se hubiera absorbido y literalmente hubiera creado una capa sobre la piel que al usar agua se quita. Y no es la sensación de retirar maquillaje, es como si te quitaras una mascarilla. Es decir, la película protectora es gordita y la notas sobre los dedos al mojar la cara, particularmente tengo la sensación de estar barnizada como una figurita XD

No creo haber tenido una crema parecida en la vida, os aseguro que es muy raro. Es como cuando barnizan una manzana y puedes ver la fina telita transparente que la recubre e incluso quitarla, pues esto es un poco igual, decidme si no es peculiar.

Fluido facial sin perfume Lavera Neutral; detalle de la textura

En un primer momento la compré con la intención de utilizarla durante el día pero, visto su comportamiento y que me toco la cara a menudo durante el día, no me hacía mucha gracia así que pensé en aprovecharla durante la noche. 

Mi crema de noche es siempre la misma: mi adorada e idolatrada crema de Ginseng y Granada de Eco Cosmetics de la que estoy gastando mi segundo bote. Esta crema me ha salvado de muchos problemas y he llegado a usarla incluso durante el día en épocas complicadas (como este verano) y como se está acabando pensé que podía darle una oportunidad a esta de Lavera.

Lo que me molesta de esta crema fluida durante el día es lo que me ha conquistado durante la noche. Me he dado cuenta de que es perfecta para sellar los aceites, el serúm y demás mimos que le doy a mi piel porque al aplicar esta crema no corro el riesgo de que la almohada se lleve parte de mi rutina facial nocturna y por si eso fuera poco, al levantarme y lavarme la cara, ya no noto esa película sobre la piel, quizás porque tantas horas sobre el rostro le dan la oportunidad realmente de penetrar en la piel y desaparecer completamente.

Si no sois como yo, y no os tocáis mucho la cara, puede ser una crema muy interesante para hacer de pantalla en estos días de frío y viento intenso porque esa película protectora de la que os he estado hablando servirá de barrera para evitar los daños que provocan las inclemencias del tiempo sobre la piel. Lo único es que no tiene protección solar así que no me parece adecuada para días de mucho sol o para estar en la nieve.

Hablemos de precios: técnicamente se supone que vale 11.90 euros /30 ml pero yo la compré (que nadie se ponga nervioso) por 3.20 euros!!! La he visto en varios sitios que no quiero nombrar porque cada cual vende como quiere, pero yo la compré en una tienda local que quería quitarse de encima todo lo que tenía de la marca porque no lo vendía. Conclusión: si la tienda me lo vendió por su precio de compra para no perder y en muchos sitios vale 12 euros ¿cuanto margen de beneficio tienen algunas tiendas? Sin ningún tipo de bromas, estas cosas me mosquean un montón porque una cosa es ganar y otra abusar!!

Suelo enseñaros con bastante frecuencia lociones corporales y no es casualidad, compro muchas y las uso tanto que suelo terminar un par de botes al mes. Para mí, uno de los pequeños placeres de la vida es sin lugar a dudas el momento posterior a la ducha/baño. Es mi forma de desconectar de todas las preocupaciones o historias que tenga en la cabeza y quedarnos a solas  mis cremas o aceites y yo. 

Tengo una piel muy bonita, pero también muy delicada. Cualquier corte o granito me deja marca durante meses así que el dermatólogo siempre me dice lo mismo: hidratación, mucha hidratación.

He probado alguna manteca de karité con anterioridad, pero el olor no es algo que me guste mucho, sobre todo cuando es pura y no lleva aromas porque, no sé si quienes la habéis probado estaréis de acuerdo conmigo, a mi me huele igual que cuando abro las bolsas de pienso de mi perro y lo detesto.

Dicen que al César lo que es del César, y por muy mal que huela lo cierto es que para cicatrices y estrías, las mantecas de karité funcionan genial. Desde mi punto de vista son más sus ventajas que sus inconvenientes, por lo que siempre intento tener alguna en casa.

Durante el último black green friday realicé un buen  pedido a la tienda Cremitas Verdes (que conocí gracias a El Mono Gretel) y metí en el carrito esta Manteca Negra Africana de la que os hablo hoy y pronto entenderéis porqué volveré a repetir.

Manteca corporal negra africana de Planeta Organica

La textura es maravillosa. a simple vista tiene un color precioso debido al aceite de comino negro y al extracto de té rojo que lleva como segundo ingrediente. Digo que la textura es maravillosa porque aunque es muy rígida a priori, basta con acariciarla suavemente para que desprenda la cantidad justa que vamos a utilizar.
Ese es el secreto, no es una manteca para meter los dedos de mala gana porque se parte en trozos grandes y luego sobra producto sobre el cuerpo; es mejor pasar la yema de los dedos suavemente e ir arrastrando producto que, con el simple calor de nuestras manos, se funde sobre la piel sin dejar restos o sensación grasa. 

Confieso que mi piel se la bebe literalmente como si fuera agua y aunque la utilizo a diario en zonas claves no me aporta sensación de pesadez en ningún momento, ni siento que me cueste vestirme después, un auténtico gusto recibir un masaje con ella, os lo aseguro ;-)

Lo que sí he notado es que para que funcione bien del todo, hay que secarse poquito tras la ducha porque si la piel está muy seca cuesta más trabajar con ella pero con la piel húmeda o como refuerzo en ciertas zonas, tras aplicar una leche corporal ligera es perfecta y se notan los resultados. Si tienes alguna cicatriz o algunas estrías pequeñitas (como es mi caso) se ve que se atenúan y os aseguro que no lo veo sólo yo así que no pienso dejar de usarla ;-p

¿Algún pero? Sí, el olor. Esta manteca lleva principalmente karité y aceite de comino negro junto a otros aceites en menor proporción. Evidentemente toda esta amalgama de ingredientes está destinada a hidratar, nutrir y regenerar la piel aprovechando las importantes propiedades del comino negro (dicen que ya en la antigüedad lo utilizaban la mismísima Cleopatra y el faraón Tutankamon) y del aceite de karité, pero el olor no acompaña.

Tiene un aroma intenso, duradero, que la primera vez que desenroscas la tapa te da un bofetón en toda la cara y no en el mejor de los sentidos. No huele a flores, ni a hierbas, no es un olor fácil de describir ni de tolerar y se queda en la piel durante un tiempo considerable pero sorprendentemente con el paso de los días lo soportas y hasta cierto punto terminas casi por buscarlo. No he olido nunca nada igual. Me recuerda a los inciensos fuertes, de esos que marean.

Con esta perspectiva más de uno me puede decir ¿de verdad con ese olor lo vas a volver a comprar? Ya lo creo que sí!!! Es la mejor manteca que he comprado en muuuuuuucho tiempo, el olor no es para tirar cohetes, pero los resultados en mi piel son muy buenos y cuando algo funciona tan bien, hay que hacer pequeñas concesiones ;-p

Me queda hablaros del precio, normalmente cuesta 14,50 euros/300ml pero yo la compré en rebajas por 7,50 euros y si llego a saber lo mucho que me iba a gustar, hubiera metido dos botes en el carro porque ahora mismo ni siquiera está disponible en existencias.